¡Hoy! Hoy
gran estreno, show especial a las 6:00pm ¡No faltes!
¡Mamá, mamá!
Vamos al circo, mira hay un tigre en la jaula, ¡vamos, vamos!
No, no hay
tiempo, ¡corre! Cruza la calle.
Gritos y
lágrimas de: Me quiero quedar a ver al tigre desde tres metros atrás porque
tengo miedo, de la pequeña niña.
Mientras
tanto… el circo arribaba a la ciudad, la carpa era puesta, los artistas del
circo eran limpiados, un poco alimentados y violentamente entrenados.
Ya todo
listo para la primer función, los presentadores del circo ya tenían su traje de
gala, los animales ya vestían esos adornos molestos y las butacas comenzaban a
llenarse con padres obligados y niños pidiendo baritas luminosas, palomitas,
refrescos, dulces y hasta el adorno inservible que vendían, ah y sin olvidar la
peculiar foto que mide 1cm x 1cm y además pareciera que le ponen un efecto para
que el niño salga deforme.
Todos
apurados, nerviosos y ansiosos por conocer el público de la nueva ciudad que
visitaban. Era el momento perfecto, el plan de fuga parecía tener el momento
indicado, los protagonistas del show tenían un plan sin margen de error, bueno
ni tan perfecto, la verdad es que no sabían a donde ir, como llegar a la selva,
al bosque o al campo, a su hogar pues. Ellos solo querían dejar de ser
gritados, maltratados y dejar de cargar un tipo en sus espaldas estando frente
a unos aliens que no hacían más que mover las manos de un lado a otro.
Los animales
escaparon, estaban rondando la ciudad y bueno, ya te imaginaras, la función
estelar del circo, no fue ni función, menos estelar.
El elefante,
los cinco tigres, los dos monos, el camello y los demás compañeros sabían
reconocer cuál era su miedo. Una nueva idea de un acto, para ser educados, sin
hacer todo lo que en su lugar de origen estarían cómodamente haciendo. El
momento en que dejan el circo y enfrentan la ciudad es desesperante, pues solo
salir del circo para poder ser ellos, animales sin raciocinio tratados por
razonantes tratando de hacerlos razonar.
Después de
destrozar un 10% de la pequeña ciudad, de miles de personas asustadas y muchas
calorías perdidas por correr salvándose de una tremenda mordida del feroz tigre.
Los animalitos fueron llevados a un lugar donde eran tratados como lo merecían.
Cuando
creyeron haber estado a salvo, decidieron regresar en busca del circo, la
verdad es que extrañaban a Pedro, su entrenador, que algunas veces también
sabía decir: ¡Bien hecho! Con una sonrisa satisfactoria. Cuando estaban a punto
de ir en busca de la colorida carpa, un pequeño y sabio búho les dijo: han
superado la 1ra y 2da fase, reconocer su miedo y enfrentarlo. Antes de que
vallan de regreso deben sellar el circulo, pero jamás lo olviden, pues si no,
regresaran. ¡Supérenlo! Un mono pregunta: ¿Y después que haremos? Disculpa a
todos aquellos que te encerraron, te hirieron y te hicieron mal. No los busques
más y solo así podrás renacer. Búho desapareció rápidamente dejando en el aire
cada palabra.
Las jaulas
que esclavizan, solo atan el cuerpo: es la mente lo que te hace libre o
esclavo.
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