30 pasos más
y empuje la puerta, camine en el grisáceo piso y fui al primer estand que debí
ir, tome el primer libro que debí tomar, no mire el título, lo agarre con una sola mano, a la altura de la cintura
y camine a la primer silla vacía que vi, recorrí las cuatro patas, me senté, me
puse cómoda y puse el libro frente a mí y el titulo era; Yadira.
& que
abro la primer página, como de costumbre el prólogo no y voy a la siguiente, la
primera oración y me atrapo, un sueño más de Dios hecho realidad. Era de esas
palabras terminables pero las quieres hacer eternas, era de esas historias
placenteras que te inundan y no te dejan salir.
Mis ojos
clavados en cada letra del pequeño libro y de repente última página. Mi
mente en blanco por unos segundos, mis
piernas cruzadas, el libro detenía mis manos, la oscuridad pasaba por las
grandes ventanas y la luna deslumbraba en los lugares más oscuros.
Fue de esos
textos que no contienen letras si no historias, contenía una vida, tan viva que
te desprende lágrimas, risas, carcajadas, envidia, tristeza, que te hace amar a
sus amores y oler su fragancia, que te hace sentir los besos como si te amaran
a ti, que te hace necesitar un abrazo cuando esta triste y que te hace regalar
sonrisas a quienes te odian, de esas historias que se saborean como un
chocolate caliente de la abuela en invierno o como tú ahora escuchando la
historia que te cuento sobre la historia que leí.
Al paso de
las primeras 22 paginas, ella se preguntaba ¿Quién era? A lo que no dudo en
contestar, pero una parte maravillosa era: “Ser arte porque ellas son puras y
reales, venidas del alma”. Después se preguntaba que hacía en ese lugar a lo
que respondió que ella venía a recolectar, procesar y compartir información.
Después explico cada parte que conforma su cuerpo y la primera que menciono fue
el espíritu.
Ella es eso
y mucho más. Ella tiene una historia desde antes que respirar aire contaminado
y ella seguirá viviendo aun cuando para los demás haya muerto.
Ella es cada
nota de la canción que canta, ella es la paz que aún no sientes tú y es la
bondad que tu corazón no alberga. El amor la hace vivir, es su principio vital
que ironía, a todo le pone un toque romántico y nunca la han amado. Ella es el
amor y aún hay veces que no se quiere. El amor la hace existir, pero a veces
cree que el amor está mejor cuando está en otra parte.
Ella no es
la misma de la primer página ni la de la última, mejor dicho es la misma pero
muy distinta. Diferente por cada amigo, profesor, lugar, por cada hipócrita y
mentiroso que ha pasado por su vida. Diferente porque ahora sabe decir que no y
porque ahora puede sonreír i incluso cuando quiere llorar, porque puede correr
aunque no pueda caminar y puede amar aun con el corazón roto, un corazón que
está al borde de una explosión cada vez que recuerda la sonrisa de su único
amor y de las la media luna que se dibuja en su rostro cuando recuerda las
tardes con sus confidentes de secretos.
Pero ella
también revela las mentiras que ha dicho, las consecuencias de sus actos
irresponsables y todas aquellas veces que ha gritado en silencio y ha escondido
su sufrimiento en una sonrisa, aquella vez que se deshizo por dentro con una
decepción y la entereza que mostro en su cuerpo, era una total incoherencia.
Y es que yo
también me eh equivocado y cuando me doy cuenta, no lo quiero demostrar. Y también
eh fallado, eh defraudado y eh
decepcionado. Pero hoy estoy un gradito arriba, hoy no repetiré el error del
ayer, pero si la vida se da cuenta de que no aprendí, me volverá a repetir la
lección, cuantas veces sea necesario.
Y a fin de
cuentas somos pasajeros solos, con distintos destinos y maneras de llegar, cada
uno lidiando con sus dioses y diablos. Y dicen que para encontrar nuestro
camino hay que escuchar al corazón y alguien dijo alguna vez que lo único que
necesitas es amor, finalmente lo creo.
Hoy se
mucho, pero a la vez nada, conozco mis limites pero no mis limitaciones,
conozco a mis enemigos pero no a mis amigos. Creo que lo soy todo para la vida
pero tan insignificante para los demás.
Creo que soy
una mala persona aunque no quiera creerlo y creo que soy la duela de la
historia que esta persona te está contando. No te lo aseguro porque lo único
que puedo asegurar es que aún falta un infinito mar misterioso y un sentido del
amor. Lo único que queda de esta historia es descubrir el final, pero cuando lo
descubra, dudo poder contártelo.
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