domingo, 13 de enero de 2013

Y A D I R A


30 pasos más y empuje la puerta, camine en el grisáceo piso y fui al primer estand que debí ir, tome el primer libro que debí tomar, no mire el título, lo agarre  con una sola mano, a la altura de la cintura y camine a la primer silla vacía que vi, recorrí las cuatro patas, me senté, me puse cómoda y puse el libro frente a mí y el titulo era; Yadira.

& que abro la primer página, como de costumbre el prólogo no y voy a la siguiente, la primera oración y me atrapo, un sueño más de Dios hecho realidad. Era de esas palabras terminables pero las quieres hacer eternas, era de esas historias placenteras que te inundan y no te dejan salir.
Mis ojos clavados en cada letra del pequeño libro y de repente última página. Mi mente  en blanco por unos segundos, mis piernas cruzadas, el libro detenía mis manos, la oscuridad pasaba por las grandes ventanas y la luna deslumbraba en los lugares más oscuros.

Fue de esos textos que no contienen letras si no historias, contenía una vida, tan viva que te desprende lágrimas, risas, carcajadas, envidia, tristeza, que te hace amar a sus amores y oler su fragancia, que te hace sentir los besos como si te amaran a ti, que te hace necesitar un abrazo cuando esta triste y que te hace regalar sonrisas a quienes te odian, de esas historias que se saborean como un chocolate caliente de la abuela en invierno o como tú ahora escuchando la historia que te cuento sobre la historia que leí.

Al paso de las primeras 22 paginas, ella se preguntaba ¿Quién era? A lo que no dudo en contestar, pero una parte maravillosa era: “Ser arte porque ellas son puras y reales, venidas del alma”. Después se preguntaba que hacía en ese lugar a lo que respondió que ella venía a recolectar, procesar y compartir información. Después explico cada parte que conforma su cuerpo y la primera que menciono fue el espíritu.
Ella es eso y mucho más. Ella tiene una historia desde antes que respirar aire contaminado y ella seguirá viviendo aun cuando para los demás haya muerto.
Ella es cada nota de la canción que canta, ella es la paz que aún no sientes tú y es la bondad que tu corazón no alberga. El amor la hace vivir, es su principio vital que ironía, a todo le pone un toque romántico y nunca la han amado. Ella es el amor y aún hay veces que no se quiere. El amor la hace existir, pero a veces cree que el amor está mejor cuando está en otra parte.

Ella no es la misma de la primer página ni la de la última, mejor dicho es la misma pero muy distinta. Diferente por cada amigo, profesor, lugar, por cada hipócrita y mentiroso que ha pasado por su vida. Diferente porque ahora sabe decir que no y porque ahora puede sonreír i incluso cuando quiere llorar, porque puede correr aunque no pueda caminar y puede amar aun con el corazón roto, un corazón que está al borde de una explosión cada vez que recuerda la sonrisa de su único amor y de las la media luna que se dibuja en su rostro cuando recuerda las tardes con sus confidentes de secretos.

Pero ella también revela las mentiras que ha dicho, las consecuencias de sus actos irresponsables y todas aquellas veces que ha gritado en silencio y ha escondido su sufrimiento en una sonrisa, aquella vez que se deshizo por dentro con una decepción y la entereza que mostro en su cuerpo, era una total incoherencia.

Y es que yo también me eh equivocado y cuando me doy cuenta, no lo quiero demostrar.  Y también  eh fallado, eh  defraudado y eh decepcionado. Pero hoy estoy un gradito arriba, hoy no repetiré el error del ayer, pero si la vida se da cuenta de que no aprendí, me volverá a repetir la lección, cuantas veces sea necesario.

Y a fin de cuentas somos pasajeros solos, con distintos destinos y maneras de llegar, cada uno lidiando con sus dioses y diablos. Y dicen que para encontrar nuestro camino hay que escuchar al corazón y alguien dijo alguna vez que lo único que necesitas es amor, finalmente lo creo.
Hoy se mucho, pero a la vez nada, conozco mis limites pero no mis limitaciones, conozco a mis enemigos pero no a mis amigos. Creo que lo soy todo para la vida pero tan insignificante para los demás.
Creo que soy una mala persona aunque no quiera creerlo y creo que soy la duela de la historia que esta persona te está contando. No te lo aseguro porque lo único que puedo asegurar es que aún falta un infinito mar misterioso y un sentido del amor. Lo único que queda de esta historia es descubrir el final, pero cuando lo descubra, dudo poder contártelo.



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